Makii

Un día más bendita, un día más de labor titánica.

Nunca dejare de admirar ese amor que das con tanto fervor, el cuidado y constancia por educar a un hombre de bien.

Cuánto amor existe en tu ser, cuánto más puedas dar de ti, más le darás.

Todo por ver crecer a ese retoño, que ya es más alto que tú y que yo.

Siempre firme y constante, segura de ti ante él, aún con la insistencia de darle lo mejor y que nunca le falte nada.

Estar a tu lado, viendo todo el amor que le das, no hace más qué, aumentar mi admiración por ti, el saber que eres perfecta para ese hijo que tanto nos hace ser felices, que mueve nuestras vidas y nos da un sentido de responsabilidad muy alto.

Mil palabras y frases puedo repetir, de las que ya te haya dicho antes, pero esos ojos llenos de amor, llenos de ilusión por el hijo amado, no podría cambiarlos por nada.

Se que Dios sólo nos permitió un hijo, pero fuera de la nostalgia, está la ilusión de verlo crecer y convertirse en la mejor versión de él, de acompañarlo en cada paso, ayudarlo a continuar y levantarse de cada caída, pues el día que ya no dependa de nosotros, también nos inundara la nostalgia y el orgullo de nuestro hijo.

Siempre digna y orgullosa de tu papel de madre, solo puedo felicitarte una vez más. Gracias por ser tan maravillosa, tan comprometida y dejarme ser parte del mayor proyecto de tu vida.