Admiración por su persona, su empeño de seguir a la par de sus hijas y de su nieto.
Levantar la cara con el orgullo de decir, pude y puedo sola, con una historia llena de todo tipo de experiencias, pero en nuestro núcleo, digna de admirar y respetar.
Verla en lo más íntimo de sus ser, al ver el amor expresado por sus hijas, las vivencias de felicidad y sufrimiento, buscando ser la mejor versión de la madre de sus hijas, de su devoción por ellas.
Pero no solo la madre, si no la mujer que valora cada día, que es la cabeza de una familia que no deja de amarla y admirarla.
Cómo no ver ésto, si mi madre me lo dió durante mucho tiempo, para mí, ella es todo y sus hijos lo somos para ella, aún que ya no está, su persona me hace pensar que sigue presente. Sus cuidados, atenciones y el querer lo mejor para nosotros cuatro, me hace más ligera la perdida de mi madre.
Es difícil escribir algo para usted, en su faceta de madre y no mencionar a la mía, pero reconozco el valor individual de cada una, siendo este valor el que les da la capacidad para haber educado, cada una a sus hijos, la mayor de las veces, solas y por méritos propios.
Gracias por darme ese amor maternal, por cuidar de nuestra familia, por proveer tanto, sin tener la obligación de hacerlo.
Gracias por cuidarme y estar al pendiente de mi persona, de escucharme, de guiarme cuando ha sido necesario, por hacerme sentir un hijo querido, siendo más que mi suegra, siendo un segunda madre.
Se que muchas mujeres de mi familia me quieren de esta manera, pero usted, sin tener lazo sanguíneo, me hace sentir, junto con Makii, que soy parte de mi propia familia, esa que elegí por convicción y amor limpio, desinteresado, gracias por tanto.
¡Feliz día de las madres!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario