miércoles, 26 de marzo de 2014

La balada del caído (1)

La balada del caído empieza
en el momento que "Ella" cayo...
Todo lo conocido se volvió diferente
y nada cambio ya esa visión,
visión de una responsabilidad
que no fue aceptada en el instante.
Él caído no es la persona,
es la imagen de felicidad...
esa imagen que dio paso a
una realidad dura y muchas veces
más cruel que la imaginación...
La inocencia cubría todo fallo,
de "Él y Ella" con el amor puro
de tiernos años y sonrisas fáciles,
el no entender la historia de la
que ya era parte...
Al separarse su presente de él ayer,
tuvo contacto con más dolor...
humillaciones de los propios
y piedad de unos y lastimas de
otros que aparecían en una
vida que ya no paro más...
La distancia de años entre
su inocencia frágil e inestable,
entre la afrenta de aquel intruso
que rompió la inocencia de
un ingenuo adolecente
sea duplicado en experiencias...
pero el mal emocional supero
cualquier dolor físico
que haya conocido.
Años de deambular en la
vida más real y dolorosa...
dónde una y otra vez
se a levantado de cada caída.
Pero la balada del caído
no termina, sigue tocándose...
y más letras deben escribirse,
algunas con sangre de un corazón,
un corazón de guerrero
que "Ella" le heredo
y le mostro un camino...
por dónde el lleva
su senda de lucha y vida...

martes, 11 de marzo de 2014

Vista sin igual.

Ese cuerpo tuyo que me enloquece,
que se lleva mi frágil quietud,
impetuosa belleza, que aturde
a mi sentido de la vista.
Ese cuerpo que se pierde
entre mis ojos cafés
y hace que las pupilas
se dilaten aun punto doloroso.
Ese cuerpo curvilíneo cuasi perfecto
que engancha mi atención,
vuelo furioso de mi imaginación
a un abrumante deseo de palparlo.
De saberlo terrenal y tan real
en mis manos comprobarlo
y corromper su grácil inocencia
en un deseo sincero de sentirlo.
Ese cuerpo que anhele en húmedos sueños
dónde eran tan reales, que despertaba
para comprobar esa existencia
tan irreal, tan perfecta a mis sueños.
El goce de mis ojos,
explotaba en placer al procesar
de tu incitante imagen,
que inundaba mi cerebro
de miles de endorfinas,
casi toxicas por la acumulación.
Ese rostro angelical que provoca
toda clase de pensamientos,
sentimientos de amor y ternura
por esa mirada dulce y tranquilizante.
Lujuria de hombre inmundo,
que despiertas al ver tu cuello
tan esculpido como el del cisne,
donde iniciaría mi recorrido pecaminoso
por tu escultural exterior,
perderme en ti mujer
es uno de tantos pensamientos.
Me vuelvo obsceno por ti,
por esa vista sin igual,
me apaciguo si veo tu rostro,
me siento culpable
si me ves a los ojos y adivinas
este fuego interior que provocas
en mi interior y en todos mis sentidos.
Vista sin igual
y rendirme a tus pies quisiera,
pero no lo negare,
me enloqueces por tu...
vista sin igual...