viernes, 10 de agosto de 2012

De días lluviosos...

Sin imaginar las pruebas de la vida cruel, se suman los días lluviosos, de los que nunca puedo disfrutar como tal, pues terminan acompañando el escenario desolador de una realidad inmediata. Como negar que haya habido otros muy lluviosos con mejor cara, sería olvidar bellos momentos en la compañía de alguna mujer hermosa.
Pero "Ernesto" decora en un marco perfecto, las muchas decisiones que hay que tomar a diario en mi entorno laboral, entre noticias desalentadoras y otras por más emocionantes, el juego de la selección mexicana por una medalla de oro, contra la poderosa Brasil.
Imaginen mi sorpresa al revisar entre mis bolsillos, que no habían llaves para entrar a mi casa, así que en compañía de una ligera llovizna me encamine a un café internet y entre algunas descargas de música, videos musicales me puse a escribir este texto.
Mis recuerdos lluviosos me llevan al pasado, con juegos de niños, al paso de las gotas que refrescaban el sudor provocado por carreras desenfrenadas y risas contagiosas, corriendo con un balón de futbol o de mi añorado básquet y ya más grande, cómo no recordar el día en que nadaba en una alberca, con una fuerte lluvia que rebotaba sus gotas en la superficie del agua clorada.
Que ingrato de mi parte importunarme con la lluvia, después de todo, la naturaleza sigue su curso, aún sin importar mis pesares melancólicos, la próxima vez que este de mejor humor, dejare que cubra mi cuerpo y lave tantas cosas negativas que pudieran afectar mi estado de ánimo.

De días lluviosos...
quise cubrir mi tristeza,
¿qué mal me hacia la dulce lluvia?
No comprender su ser
me ha hecho maldecirla en ocasiones,
no entender su naturaleza
no significa saberla innecesaria...
Puedes olvidarla cuando quieras
pero siempre la extrañaras
cuando la tierra llore
su árida agonía...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario